Proscenio del teatro de la hacienda Pampa Blanca. Colección Percy Eguiluz |
Víctor F, Lira, dueño de la hacienda Pampa Blanca en el valle de Tambo “como buen amante de la cultura construyó un teatro de madera estilo español, es decir con un proscenio y marco elíptico para zarzuelas, palcos para los dueños y para empleados. En este teatro se hacían funciones o veladas en las que se representaban varias obras de compañías importantes que llegaban a este lugar. Posteriormente en 1940 fue convertido en cinema” (ARENAS. 2017, 132).
Según
una tasación de la hacienda Pampa Blanca en 1930 sobre las dimensiones del
teatro fueron las siguientes: de 34 por 10 metros cuadrados, con paredes de
adobe y piso de concreto; un patio hacia la calle de 10.50 por 5.50 metros
cuadrados y un enrejado de tubos de dos metros de alto y puertas del mismo
material.
El
interior o sala de espectadores tenía dos escalas de once peldaños de madera a
la derecha e izquierda de la puerta central para el asiento con pasamanos o
balaústre también de madera, el teatro tenía una habitación para vestíbulo en
la puerta de ingreso y otras dos para boletería y depósito de películas, sobre
estas habitaciones se ubicaron dos palcos y la caseta del operador de las
películas; la pared del proscenio de cemento armado.
El
techo del teatro con tijerales de madera y cubierto con caña y barro, y cielo
raso de tela pintada al óleo. El proscenio a 1.10 metros de altura sobre
estructura de madera y escalera del mismo material con dos puertas hacia la
sala de espectadores. La habitación del camarín al costado del teatro con
puerta de ingreso por el patio delantero y con una escalera de concreto para
subir al proscenio.
Según
Mario Arenas Figueroa “En la década de
1940, el teatro pasaba películas los martes, jueves, sábados y domingos. Los
seriales las pasaban los jueves por capítulos. Películas como: Tarzan, El
llanero solitario, Invasión de Marte, Invasión de Saturno, Invasión de Mongo,
Imperio submarino, El halcón enmascarado, Los tambores de FuManChu, El
mounstruo fatal, La araña negra, La selva africana, entre otras. Antes de las
películas tocaban música de los discos traídos de Chile como: Tres cosas hay en
la vida, El pañuelito Blanco, Damisela, Fru-fru, Morena, El botecito, En el
bosque de China, El Ciclista, Si fuera realidad lo que anoche soñé, Negra
María, Muñeca de cristal, etc.” (ARENAS. 2021, 154)
También Arenas Figueroa nos menciona de una banda de música con 84 instrumentos comprados por Víctor F. Lira “el director de esta banda fue un moqueguano, ex miembro del ejercito; en la plaza principal de esta hacienda se construyó un tabladillo redondo para los músicos tocaran los días sábados. Los músicos estaban uniformados tenían charreteras, gorros y guantes blancos. Los músicos que conocí fueron don Hilario Arenas que tocaba el flautín, el redoblante un señor llamado Máximo, el saxo un señor Espinoza y el clarinete el señor Neftalí Rodríguez” (Arenas, ibíd.).
Una de las actuaciones importantes que se realizó en el teatro de la hacienda Pampa Blanca fue el 18 de mayo de 1957 para conmemorar los 101 años de la fundación de la hacienda para lo cual se puso en escena una velada literaria-musical la comedia “Los hijos mandan”; según Eduardo Cerdeña contaron con la asistencia de los bisnietos del fundador los señores Guillermo Felipe, Juan Enrique y Agustín Lira Harmsen que estaban a cargo de la hacienda. Finalmente, el sismo del 2001 destruyó este teatro y lo convirtió en un desecho de tablas, en el lugar se construyó una biblioteca.
Fuente consultada
ARENAS FIGUEROA, Mario.
(2017) Historia general del valle de Tambo. Ed. Tampus. Lima
(2021) Obra periodística en la revista La Punta (1991 -2016). Ed. Tampus. Lima.
Proscenio del teatro de la hacienda Pampa Blanca. Colección Percy Eguiluz