domingo, 17 de noviembre de 2013


MINERALES, MINAS Y MINEROS EN EL VALLE DE TAMBO
Percy Eguiluz Menendez
A mediados del año  2002 me embarque en el proyecto de crear en valle arriba una municipalidad delegada   o centro poblado menor, como lo es el Arenal; ese trabajo me llevo a conocer palmo a palmo ese sector de nuestro  valle,  lamentablemente por falta de organización o tal vez  mi inexperiencia en asesoría municipal, pese haber estudiado la Ley Orgánica de Municipalidades, no se logro concluir el proyecto; sin embargo me dejo la amistad de varias personas que residen en los pueblos que allí se asientan, y la imagen espectacular de los  cerros,  el rio y la estrechez del valle.   
En los cerros, enormes promontorios, que se accede a través de las quebradas, como la de Linga que desemboca en el rio Tambo y que en años atrás era paso obligado para viajar a Arequipa o el Santuario de Chapi; observe también entradas de unos socavones que posiblemente fueron minas explotadas. Me impresiono aquella geografía y quise conocer quiénes fueron  los hombres que anduvieron  por allí y estragaron desde ya,  el mineral   que reposa en las entrañas de nuestra tierra. Años después, en mis estudios de historia en la UNSA, encontré información sobre el tema.
Una de las referencias importantes, y tal vez la primera, es la que dio el Intendente de Arequipa  Antonio Álvarez y Jiménez en 1792 cuando en su visita escribió “…no se sabe si haya habido, ni haya minas algunas trabajadas, ni que puedan descubrirse en beneficio del Real Haber  y mejor comodidad de estos habitantes.” (Barriga, 1946, p.286); sin embargo Juan Gualberto Valdivia Cornejo, conocido como Deán Valdivia,  leyó  un discurso en 1845 en la Universidad de San Agustín titulado “miscelánea química” donde hace un estudio  de los minerales que se encuentran en los cerros del valle de Tambo. El yeso, la sal común, sulfuro de fierro, piritas, sulfatos de protócsido de fierro, carbonato de fierro, y ocre son algunos de los minerales que ubico el deán Valdivia; también hace mención que “al subir la laja de Caraquen (Valle arriba), hay una veta hay una brazada de fierro carbonatado. Subiendo como una legua, por la quebradilla de Caraquen, se halla una bocamina, que trabajaron los moqueguanos, por mina de plata, y es una buna mina de manganesa…” (Valdivia, 1924, 12); también dice que “hay una cantera hermosísima de sal común, muy blanca y de mucha dureza. Se le puede conocer desde el fondo de la quebrada, porque encima de la ladera, se divisan como cabezas de monjas cubiertas con su toca [y] Desde Santa Rosa para abajo dominan ventillas de cobre, de fierro, piedra canto, yeso…” (Valdivia, ibíd.).  Además aclara que estos minerales principalmente el sulfato de fierro es utilizado en Europa para varios fines: curtiembres, impregnación de papel, fabrica de velas, en la medicina,  para corroer las carnes fungosas; que si de extraerlos serian muchos millones de libras de “la inmensa cantidad de estos materiales, aglomerados en el valle de Tambo, cerca del agua, de los combustibles, de los puertos, y de donde se produce y se arroja como inútil…” (Valdivia, ibíd.).            
Mariano Eduardo de Rivero y Ustariz en su “Memorial de Ciencias Naturales  y de Industria Nacional y Extranjera” publicado en 1828 hace mención  del fertilizante mineral conocido como el guano, dice el autor “El tercero o guano blanco, que es considerado sobresaliente por ser más fresco y puro, se saca de todas las islas que se hallan más inmediatas a la costa, como son, las de lagarto, Animas cerca de de Ilo; de la de Margarita, de las islas Jesús, de las del puerto de Ilay [Islay], y de la Bruja y la Mansa en las costas de Cocotea, de las de hornillos y de muchas otras que están en las barrancas de donde se extrae bárbaramente [….] vendiéndose en el puerto de Mollendo a dos pesos fanega, y ha habido épocas, como los de la guerra [de independencia] que se ha vendido hasta siete pesos fanega ” (De Rivero, 1928, pp. 37-38). Es importante la información que da a conocer De Rivero y Ustariz porque al margen de ubicar los lugares donde se extrae el guano, también hace un estudio de la producción.
Los ingenieros Federico Blume y Manuel Echegaray, elaboraron en 1862 el trazo del ferrocarril de Arequipa al puerto de Islay, presentaron un informe al gobierno donde mencionan las potencialidades mineras del valle de Tambo a tal punto de compararlos con los de Coquimbo en Chile: “…la transformación de la vecindad de Kishuarani,Mocoro, Huasamayo y de de las lomas de Tambo en distritos mineros tan importantes como los de Coquimbo en Chile […] hemos tropezado a cada paso con vetas de cobre de tan buen aspecto que no podríamos dejar de recoger de paso algunas piedras” (Camacho, 1871, 82). Por otra parte Antonio Raimondi en su viaje de Cocachacra a Arequipa en 1863 recolecto una muestra con oro nativo en la quebrada de Cachendo la que ensayo 7 gramos por tonelada (Raimondi, 1939, 112).
Con la construcción del ferrocarril de Arequipa a la costa se despertó el interés por la minería en las lomas del valle de Tambo; en el área de Posco - Cachendo  y Cachuyo, Mr. Harry, ingeniero del ferrocarril y don Juan Gualberto Ballon, primer alcalde de Cocachacra buscaron minas en la década de 1870 (Velarde, 1986,127). El Subprefecto de Islay don Cesar Rivero reporto en 1874 cuatro bocaminas de cobre y dos de plata todas abandonadas en Tambo (El Peruano, 1874,362).
En 1906 el señor Akermann exploro la zona de Posco; y en la década de 1920 los señores Víctor Lira, Eduardo López de Romaña y Antonio Palma trabajaron unas vetas de oro en las lomas de Chucarapi  y de Pampa Blanca, en el cerro Yanamayo, y también en una bocamina que está cerca del puente Santa Rosa, y  que tiene de nombre “la llama” por la apariencia del cerro con este animal. Los señores Chavaneux y Williams introdujeron una minería mas técnica en la década de 1950 en la zona de Quelgua, Santa Catalina y Pan de Azucar; posteriormente la compañía Andes Exploration hizo dos huecos de Diamond Drill en el Toro y Santa María (Arenas, 1991,26).                     


FUENTE CONSULTADA
ARENAS FIGUEROA, Mario. (1990). Oro y cobre en el valle de Tambo, una riqueza dormida. EN: Revista La Punta N° 21.  Arequipa.
BARRIGA,Victor (1946). Memorias para la historia de Arequipa 1790 -1793. T II. Arequipa.
CAMACHO, Simón. (1871) El ferrocarril de Arequipa. Historia documentada de su origen, construcción e inauguración.   Imprenta del estado. Lima             
DE RIVERO Y USTARIZ, Mariano. (1828). Memorial de ciencias naturales y de industria nacional y extranjera. Imprenta de la industria primaria. Lima.
RAIMONDI, Antonio. (1874). El Perú. T I. Lima.
VALDIVIA, Juan Gualberto. (1924). Miscelánea Química. Arequipa.


sábado, 16 de noviembre de 2013

LA PARROQUIA DE TAMBO Y LA FORMACIÓN DEL PUEBLO DE COCACHACRA

LA PARROQUIA DE TAMBO  Y LA FORMACIÓN DEL PUEBLO DE COCACHACRA


Percy  Eguiluz Menendez

Escuchamos decir “la fundación de Mollendo, de Cocachacra o de Punta de Bombón”, cuando se festeja el aniversario de estos, sin embargo creo que es un error hablar de fundación de  los pueblos de la provincia de Islay  porque ninguno tuvo  un acto fundacional, practica colonial para establecer una ciudad o villa y quedaba registro en un documento o acta.
 Los pueblos de nuestra provincia no tuvieron actos fundacionales, el surgimiento de ellos se debe a un hecho muy importante que motivo el desarrollo de un determinado lugar. Por ejemplo, Mollendo surgió debido a la clausura del puerto de Islay y la declaración de la caleta de Mollendo  como puerto en 1871, luego que Meiggs terminara de construir el ferrocarril de  Arequipa a la costa en dicha caleta; la formación Punta de Bombón se debió a que el gobernador del distrito de Tambo  en 1842 para mejorar la situación de  los pobladores de una vieja hacienda y caserío llamado Las Palmas, ubicada entre el actual puente Freyre hacia  Pampilla y que el rio tambo destrozaba cada año,  dio un bando el 5 de diciembre de ese año para que se reunieran el domingo 11 y efectuar el traslado de la población y una viceparroquia que ellos habían erogado.
En este sentido  es preciso dejar en claro que nuestros pueblos surgieron debido  hechos  que determinaron el desarrollo de un lugar, una hacienda, una caleta, un cerro o un pastizal. Con esto no quiero desvalorar la importancia que tiene cada uno de nuestros pueblos, por el contrario conocer su pasado tal cual fue es la expresión de amor más grande que tenemos para el terruño y que deberíamos conocer, recordar, y establecer una identidad.
El pueblo de Cocachacra  también se formo debido a un suceso muy importante que desarrollo  una pequeña planicie en el cerrito conocido como Cocachacra. Para conocer su historia es preciso tener como antecedente el año de 1600, pues el 19 de febrero de ese año hace erupción el volcán Huaynaputina, ubicado en Moquegua, y que destrozo la vida de los nativos y la agricultura de los valles aledaños al volcán, Fray Martin de Murua, mercedario que vivo la tragedia desde la ciudad de Arequipa, escribió que las aguas del rio Tambo se represaron debido a derrumbes y se desbordaron durante días causado tragedia a los indígenas de la zona y su miserable agricultura.
El valle de Tambo fue totalmente abandonado, iniciándose de nuevo la agricultura alrededor del año 1630 por pobladores de Characato, Socabaya, Quequeña, Yarabamba, Pocsi y Arequipa; habitando el valle en forma dispersa principalmente en Cocotea (Valle arriba), la zona central del valle, actual Cocachacra; y el sector de Iquitire, ubicado en la margen izquierda del rio Tambo y próximos al mar, ahora territorio del distrito de Punta de Bombón.
Aquella población, muy religiosa, era atendida por  sacerdotes ayudantes de una capilla de la caleta  de Ilo, pero debió ser un problema por la lejanía del valle a esta caleta. El obispo de Arequipa Antonio de León, trato de crear un curato en 1682 en el valle de Tambo, sin embargo no prospero la creación de este curato debido a la falta de congrua o renta parroquial, pese a que el Capitán León Zavala de Mogrovejo con fecha 15 de mayo de 1715  creó una capellanía eclesiástica o renta parroquial destinando treinta topos de tierra en terrenos de su propiedad en la hacienda “El Gramadal” en la ensenada; y que fueron sumados a los que destino el propio Obispo León que fueron cuarenta topos de tierras en la zona de Iquitire, y que supongo, testimonio de ello es el fundo agrícola “El Curato” que está detrás de la iglesia de la Pampilla  en el distrito de Punta de Bombón.          
En 1737 el obispo de Arequipa Juan Cavero de Toledo, reinicio nuevamente los trámites para crear un curato y dotarlo de una iglesia; utilizo  las congruas antes mencionadas y solicito al virrey don Antonio Joseph Caañamo y Sotomayor la creación, que se efectuó el 15 de setiembre de 1740 con el nombre de “Curato de Nuestra Señora de la Asunción del Valle de Tambo”, y designaron como presbítero al licenciado don Francisco de Villegas.
La extensión territorial de este cuarto ha estudiado el ingeniero geólogo Mario Arenas Figueroa estableciendo que tuvo una longitud de 22 leguas por la costa y 12 leguas de ancho. Se  extendía mas allá de la cuenca hidrográfica inferior del rio tambo. El curato de Tambo limitaba al noreste con el curato de Quilca en Piedra Hincada, cuatro kilómetros al norte de la caleta de  Aranta y continuaba en dirección a Guañamarca, en el rio Vítor. Al sureste limitaba con el Curato de Ilo en la quebrada Concepción, cerca de la punta de Yerbabuena y se extendía hasta los límites del Curato de Puquina. Al norte limitaba con las pampas desérticas y cerros  que los separaban de algunos de los Curatos de Arequipa. Al sur limitaba con el océano pacifico. El corazón del Curato  naturalmente era el valle de Tambo, el resto era costa y pampas desérticas. (Arenas, 1994, 8).
La erección canoníca, o el acto en el que el sacerdote Villegas recibe la colación o canoníca institución para el cargo de cura propio fue el 12 de noviembre de 1740, dándole además el carácter de Juez Eclesiástico; y el 5 de diciembre de ese año tomo posición de una pequeña capilla que mando a construir para celebrar la primera misa en el valle de Tambo ese mismo dia.
La capilla que construyo el presbítero Villegas la hizo en una pequeña “pampa” del valle de Tambo llamada Cocachacra para que estuviera protegida de los embates del rio Tambo; era de poca solidez con paredes de tierra y paja. Alrededor de 1750 estaba en escombros y la misa se celebraba en una ramada; en 1754 fue reconstruida con paredes nuevas, más altas  y blanqueadas, sus nuevos tres alatares estaban pintados y adornados de arriba abajo con imágenes devotas (Arenas, 2003, 8). La población que vivía dispersa a lo largo del valle de Tambo, fueron migrando poco a poco hacia la capilla dando la formación del pueblo de Tambo, como se llamo en un primer momento, ahora conocido como Cocachacra.   
La antigua capilla no era un lugar seguro para guardar los libros sacramentales, ornamentos y otras cosas porque abundaban pericotes, ratones, ratas y otras sabandijas, que destruían todo. El cura Pablo Gonzales Guardo todo en su casa, pero esta se incendio el 14 de marzo de 1756 y con ella se perdieron los primeros libros de bautismos, matrimonio y defunciones.
En 1777 los presbíteros Domingo Pacheco y Tadeo de la Llosa y Zegarra inicio la construcción de una iglesia terminándola en 1782. La nueva iglesia fue construida con gruesas paredes de adobe; y su frontis, sus dos torres, el frontis, la imagen de Nuestra Señora de L a Asunta que está en el frontis, la  sacristía y el piso fueron hechas con sillar extraído de una cantera de la quebrada de Linga que desemboca en Cocotea (valle arriba). Tadeo de la Llosa a parte de construir la iglesia, también trazo la plaza principal, las calles y casas de sus alrededores. El intendente de Arequipa Álvarez y Jiménez quien visito el valle de Tambo en 1782 escribió que “este pueblo cuya formación es reciente, solo es reducida a una calle, en algún orden y sus viviendas de poca duración y entidad porque reducida a una armazón de madera cubierta o forrada con cestones les dura lo propio se les acaba, a acepción de las casas y tiendas que circulan la plaza que son de adobe y debidas según informes al estimulo y esfuerzo del anterior cura don Tadeo de la Llosa” (Barriga, 1946, T II, p.248) 
En conclusión el pueblo de Cocachacra, que fue un antiguo cementerio prehispánico  y su nombre nos recuerda que en este lugar se cultivaba la preciada coca antes de la llegada de los españoles (Raimondi, 1874, p. 268), fe formo a raíz de la construcción de la capilla e iglesia  del curato de Nuestra Señora de la Asunción del Valle de Tambo.
El ingeniero Mario Arenas Figueroa, cocachacrino de nacimiento, ha estudiado la historia de nuestro valle de Tambo y provincia de Islay; y ha publicado varios artículos en la Revista La Punta, en la revista del Archivo Arzobispal de Arequipa, un opúsculo titulado “Historiaría de la Parroquia de Tambo”, y un libro sobre la biografía del Deán Valida, donde afirma que este personaje, símbolo de la Arequipa republicana, nació en al pueblo de Tambo, ahora Cocachacra. Y también, el ingeniero Arenas ha propiciado a que se conmemore el dia de Cocachacra correspondiente al 12 de Noviembre de 1740 debido a que ese dia el Presbítero Francisco Villegas llego a Tambo y construyo una capilla que luego sería la base para la formación del pueblo  de Cocachacra. Fue en el año 2003, en la gestión del alcalde Jorge Luis Llosa Palacios que se iniciaron los festejos bajo el acuerdo municipal N°065-2003-MDC.
Fuente consultada                                 
ARENAS FIGUEROA, Mario.
(1991). Parroquia de Nuestra señora de la Asunción Cumplió 250 años. En: Revista La Punta N°22. Punta de Bombón.
(1994). El curato de Tambo a fines del siglo VXIII. Revista La Punta N°25.  En: Punta de Bombón.
(2003). La Parroquia de Tambo.  Cocachacra. (Opúsculo)
(2004). Cocachacra celebro el 12 de noviembre el dia de su formación. En: Revista La Punta N°35. Punta de Bombón.
Barriga, Víctor. (1946). Visita del Intendente Álvarez y Jiménez. Tambo, En: Memorias para la historia de Arequipa 1790 – 1973. T II. PP. 279 -287. Arequipa.   
RAIMONDI, Antonio. (1874).  El Perú. T I, Preliminar. Lima.