martes, 31 de diciembre de 2024

EL SEÑOR DE LOS DESAMPARDOS: NUEVA INFORMACIÓN SOBRE SU ORIGEN EN PUNTAD DE BOMBÓN

 LA HISTORIA QUE TODOS CONOCEMOS

La historia de la llegada del Señor de los Desamparados al pueblo de Punta de Bombón  fue publicada por primera vez en 1932 en la antigua revista La Punta, Órgano del Centro Católico de Caballeros de La Punta, con el título “Cual fue el hecho constitutivo de la fundación del pueblo de La Punta”, aunque no tiene autoría, es posible que la escribiera el director de la misma, Manuel V. Valdivia, cuya fuente de información pudo haberla recogido de la versión oral de antiguos pobladores de La Punta como se afirma en el mismo texto “Tal es lo que nos dice la tradición pacientemente recogida del testimonio de los más ancianos de la Punta” (La Punta, 1932, 4) que el abogado mollendino debió conocer.

El articulo empieza afirmando que  “Lo que hoy es el floreciente pueblo de la Punta no fue sino un aglomerado de casuchos al caso; sus habitantes venían de Catas y la Pampilla, a su intercambio con los pasajeros y arriería de Moquegua; satisfacían sus necesidades espirituales en la viceparroquia de Catas y la Pampilla…” (ibíd.), esta información es herrada porque Catas nunca fue viceparroquia; no obstante, solo en La Pampilla se creó una  en 1818 y tuvo cura propio desde tal año, así lo ha demostrado con documentos Mario Arenas Figueroa en su artículo la “La Capilla de las Palmas o la Pampilla” (La Punta, 1997).

Continua el texto señalando que el arriero Moqueguano José Manuel Morón “… un día cuyo recuerdo se remonta al año de 1845, llegó del Cusco, trayendo en sus mulas bien acondicionado, un cajón cuyo contenido era la hermosa efigie del Señor de los Desamparados…” (La Punta, 1932, 5), y más abajo se lee “era el primero de enero de 1845 cuando sucedió lo que narramos” (Ibíd.); según estos datos la imagen de Jesucristo yacente llegó al pueblo de La Punta la mencionada fecha, esto se sustenta también porque se le festeja el primero de enero de cada año. El resto del artículo tiene sentido literario además de describir la geografía del valle de Tambo.

Una siguiente publicación sobre la historia de la llegada del Señor de los Desamparados apareció en la Revista La Punta,  número  3, del año 1972, escrito por el profesor Lino Benavente Lazo con el título “Así llego el Cristo de los Desamparados”, al  revisar esta historia es evidente que el autor tomó como  fuente de información el primer artículo sobre la llegada del Señor de los Desamparados aparecido en la antigua revista La Punta de 1932; sin embargo,  Benavente no lo citó, pero menciona un dato que no se escribió en el texto primigenio, que el arriero Morón trajo la imagen del Convento San Francisco del Cusco: “cuenta la tradición que estando un día el arriero de marras recorriendo el Convento de San Francisco del Cusco, mientras aguardaba el pago del excelente vino que les había llevado…” (Benavente, 1972, 6), pero no menciona la fuente de información que sustente dicha afirmación.

Posteriormente la historia de la llegada del Señor de los Desamparados se ha reproducido en varias ediciones de la mencionada revista y otras publicaciones locales resaltando al primero de enero de 1845 como el año de entronización o llegada del Señor de los Desamparados a nuestro pueblo.

 

En 1995 en el marco de conmemorarse el sesquicentenario de la llegada del Señor de los Desamparados al pueblo de La Punta se realizaron  actos religiosos, civiles y artísticos como la recreación del advenimiento de la imagen, grabándose en un film que se puede reproducir en youtube tomando como guión la historia tradicional; también, se volvió a reproducir en la revista La Punta, el artículo del profesor Lino Benavente Lazo con datos que no había consignado  en el publicado en 1972, agrega que esta imagen junto a otras dos parecidas fueron enviadas a mediados del siglo XVI  por el rey de España Carlos V hacia América y cuya embarcación que las trasladaba zozobró en la zona del actual Corío y  fue un arriero de apellido Morón quien las encontró  en las playas de Corío y las llevó a Cusco, cito “Mas sucedió que al día siguiente un arriero moqueguano, apellidado Morón, bisabuelo de ese otro Morón que trajo las imágenes del cusco, se sorprendió al ver flotando tres cajones en forma de ataúd ….” (Benavente, 1995, 28). 

NUEVA INFORMACIÓN

El director del Archivo Arzobispal de Arequipa, magister Álvaro Espinoza de la Borda, encontró en dicho repositorio un importante expediente sobre el origen de la efigie del Señor de los Desamparados en el pueblo de La Punta que lleva por título “Entrega de la efigie del crucificado que existía en San Pedro al cura de Tambo. 1862”. El expediente consta de tres documentos: el primero es la carta que eleva don José de Salazar al Señor Gobernador Eclesiástico del obispado de Arequipa solicitando se le entregase la efigie para que a “fin pues de que se le de la veneración que corresponde […] en el supuesto de estar arrimado, como se me ha informado, para de este modo se le dará el culto que merece en la capilla de La Punta, distrito de Tambo”.

El segundo documento es el informe del Rector del hospital de San Pedro al señor Gobernador Eclesiástico del obispado de Arequipa, con fecha del 15 de diciembre de 1862, comunicándole que la efigie no está arrimada y por el contrario “está en su altar portátil, y recibe el culto que le es debido. Además, le acompañan la Dolorosa y San Juan”, y deja a la decisión de su Ilustrísima la disposición de “ellas como mejor hubiese convenirle, bajo la inteligencia de que en San Pedro no hacen falta”.

El tercer documento es el veredicto de la Vicaria General del Obispado, con fecha 22 de diciembre de 1862, donde se ordena “disponer de un modo conveniente de la efigie del crucificado que existe en la capilla de San Pedro de esta ciudad y que dejó con una condición el finado Presbítero Vilchez, ordenamos que dicha efigie se entregue a José Salazar para que la conduzca al pueblo de La Punta, comprensión de la Parroquia de Tambo y se le de culto en la iglesia de este pueblo”.

CONCLUSIONES

La historia de la llegada del Señor de los Desamparados correspondiente al 01 de enero de 1845 es una construcción literaria posiblemente por el director de la antigua revista La Punta doctor Manuel V. Valdivia, reafirmada posteriormente por el profesor Lino Benavente Lazo y difundida por la feligresía del pueblo de La Punta y los comités de mayordomos que organizan la fiesta cada año nuevo.  

 Con la nueva información, basada en el expediente encontrado en el Archivo Arzobispal de Arequipa, se puede afirmar lo siguiente:

·         Fue una donación del hospital de San Pedro de Arequipa, según como lo había dispuesto el propietario de esta imagen el presbítero Vílchez.  El antiguo Hospital de Sacerdotes denominado “San Pedro” fue creado en el año de 1813; su propulsor fue el Arcediano Don Francisco Xavier Echevarria y Morales.

·         Fue don José de Salazar el gestor y posiblemente quien haya trasladado la imagen de Cristo al pueblo de La Punta.

·         Como también se lee en el expediente encontrado en el Archivo Arzobispal de Arequipa, la efigie de Cristo venerado en el hospital de San Pedro estaba acompañado de la Virgen Dolora y San Juan, posiblemente también estas hayan formado parte de la donación porque las mismas imágenes se ubican hasta en la actualidad en el altar mayor de la iglesia de La Punta.

·         La efigie de Cristo, la Dolorosa y San Juan pudieron ser entronizada en la capilla del pueblo de La Punta el 01 de enero de 1862 y no en 1845 como se viene afirmando.

Existe una antigua fotografía donde se aprecia la imagen del Señor de los Desamparados junto a la Dolorosa, San Juan el bautista y frente a la fachada de lo que posiblemente fue la primera capilla de La Punta, acompañan a estas imágenes un grupo de personas arrodilladas en los laterales del altar de dichas imágenes; también se aprecia en primer plano a un sacerdote. Esta fotografía probablemente esta fotografía se haya realizado el 01 de enero de 1862 fecha de la entronización de estas imágenes en capilla de La punta.    

Se publica la transcripción de este importante expediente con el objeto de conocer la historia del origen de la efigie de Jesús crucificado, denominado en la parroquia de Punta de Bombón Señor de los Desamparados. 

FUENTE CONSULTADA

ARCHIVO ARZOBISPAL DE AREQUIPA. Entrega de la efigie del crucificado que existía en San Pedro al cura de Tambo. 1862

ARENAS FIGUEROA, Mario. La viceparroquia de Las Palmas o La Pampilla.  En revista La Punta, Órgano periodístico y cultural del valle de Tambo e Islay.  N° 44 Arequipa 1 de enero 1994

SIN AUNTORIA. ¿Cuál fue el hecho constitutivo de la fundación del pueblo de La Punta? En: Revista La Punta, Órgano del Centro de Caballeros Católicos de La Punta. N° 1. Mollendo 1 de enero de 1932.  

 BENAVENTE LAZO, Lino. Así llegó el Cristo de los Desamparados. En: revista La Punta, órgano de prensa de la Punta de Bombón, n° 3, Lima 1972

 -          Historia del Señor de los Desamparados. En revista La Punta, anuario periodístico y cultural del valle de Tambo y la provincia de Islay, n° 26, lima 1995. 

 

 TRASCRIPCIÓN DEL DOCUMENTO

//f1

1862 [escrito con lápiz de color azul, posiblemente agregado posteriormente]

// f 1 vta.

[en blanco]

// f 2

Entrega de la efigie del crucificado que existía en San Pedro al cura de Tambo. 1862

// f 2 vta.

// f 3

Señor Gobernador Eclesiástico

Don José Salazar de esta vecindad, y de precaria residencia del valle de Tambo, ante Vuestra Ilustrísima respetuosamente me presento y digo: que, como Católico Apostólico Romano, y tratando de fomentar el culto de Dios ha llegado a mi noticia que, en la capilla de San Pedro y Hospital de esta ciudad, se halla una efigie de Nuestro Señor Crucificado; y a fin pues de que se le de la veneración que corresponde, es por esto que hable con el Señor Ayudante del valle de Tambo a fin de dar los pasos que convengan, el que atendida mi buena disposición, me digo: que ya había hablado con su Señoría Ilustrísima a este respecto, y que en esta virtud solicitase de Vuestra Ilustrísima para que se dignara ordenar, que por el capellán de San Pedro, se me entregara dicha efigie, en el supuesto de estar arrimado, como se me ha informado, para de este modo se le dará el culto que merece en la capilla de La Punta, distrito de Tambo. Con cuyo objeto.

A Vuestra Ilustrísima suplico, se digne acceder a esta cristiana petición, no dudo alcanzar del bondadoso y piadoso corazón de Vuestra Ilustrísima, pues es para tan laudable fin, y que en su consecuencia se sirva ordenar, se anote en el inventario que convenga. Arequipa. Diciembre diez y seis de mil ochocientos sesenta y dos.

José Salazar [firma]

Vi

// f 3 vta.

Vicaria General del Obispado

Arequipa diciembre, 15 de 1862

Informe del Rector de San Pedro   

Doctor Flor [firma]

Cáceres [firma]

Secretario     

Señor Gobernador Eclesiástico

El que suscribe en cumplimiento del anterior Decreto dice que el Señor Crucificado que se venera en esta iglesia de mi cargo no está arrinconado como falsamente ha afirmado; está en su altar portátil, y recibe el culto que le es debido. Además, le acompañan la Dolorosa y San Juan. El finado señor Vílchez dejo estas imágenes para que el Señor Obispo dispusiera de ellas con fervor de cualquier iglesia o capilla pobre. Su Ilustrísima que, en sus facultades espirituales, puede disponer de ellas como mejor hubiese convenirle, bajo la inteligencia de que en San Pedro no hacen falta. Arequipa, diciembre 18 de 1862.

Dios Guarde a su Señoría Ilustrísima

Santiago de Tapia H. [firma]

Vicaria General del Obispado

Arequipa, diciembre 22 de 1862

En virtud del informe que precede y estando facultados para disponer de un modo conveniente de la efigie del crucificado que existe en la capilla de San Pedro de esta ciudad y que dejó con una condición el finado Presbítero Vilchez, ordenamos que dicha efigie se entregue a José Salazar para que

// f 4

Para que la conduzca al pueblo de La Punta, comprensión de la Parroquia de Tambo y se le de culto en la iglesia de este pueblo; hágase saber al Rector del Hospital de San Pedro para que se haga la entrega y ponga constancia en el libro correspondiente, y ofíciese al Párroco de Tambo para que lo reciba, le asigne altar adecuado y ponga constancia de esta cesión en el libro de inventarios.

Doctor Flor [firma]

Por medio de su Señoría Ilustrísima

Julián Cáceres [firma]

Secretario    

Recibido y registrado foja 173, libro numero

Herrera [Firma]        

            

 

 


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https://www.academia.edu/126702299/EL_SE%C3%91OR_DE_LOS_DESAMPARDOS_NUEVA_INFORMACI%C3%93N 

 

 

 

martes, 5 de noviembre de 2024

INCENDIOS EN LA HISTORIA DE MOLLENDO Y LA PRIMERA COMPAÑÍA DE BOMBEROS

 

INCENDIOS EN LA HISTORIA DE MOLLENDO Y LA PRIMERA COMPAÑÍA DE BOMBEROS

Percy Eguiluz Menéndez

Bernardino Rodríguez en su reconocido libro “Un capricho llamado Mollendo” afirma que el “Puerto bravo” en su historia tuvo tres enemigos: la geografía agreste, la falta de agua, y el fuego que arrasó en contadas ocasiones a la población portuaria; en este breve artículo haremos un recuento de los incendios que destruyo, por no menos, buena parte de las hermosas casas de madera estilo inglés que se construyeron desde sus inicios en 1871 y la constitución de la primera compañía de bomberos en Mollendo.

LISTA DE INCENDIOS

Los dos primeros incendios en Mollendo sucedieron en torno a la guerra con Chile, el primero ocurrió en el bombardeo de abril de 1879 por la escuadra chilena, el segundo en marzo de 1880 cuando desembarcó e incendiaron a la población una escudara del ejercito del país vecino, una crónica en el diario La Bolsa titulada “si del infierno quieres un fiel retrato, acércate a Mollendo pon un rato” da cuenta de este trágico suceso; no obstante, Manuel de Torres Muñoz afirmó que “se tiene noticias de varios incendios habidos en Mollendo, antes de 1886, fecha en que fue instalada la Compañía de Bomberos "Mollendo" N° 1. Ellos fueron, hasta donde nosotros hemos podido averiguar: Uno habido en la Iglesia Parroquial; otros en una Carpintería de la Calle de Comercio; y otro, en un cuarto próximo a la Plaza Bolognesi”. (De Torres, 1971, 45); sin embargo, se tiene registro de los incendios producidos en Mollendo desde 1886 que a continuación damos cuenta.      

LISTA DE INCENDIOS EN MOLLENDO

1

Incendios por el bombardeo en la guerra con Chile

11

13 de enero de 1929

2

1 de junio de 1886

12

6 de setiembre 1929

3

6 de noviembre 1886

13

4 de marzo de 1937

4

En el año 1906- no se tiene información

14

17 de abril de 1937

5

2 de abril de 1912

15

14 de marzo de 1941

6

8 de abril de 1913

16

19 de marzo de 1956

7

11 de junio de 1913

17

13 de octubre de 2011

8

12 de octubre 1917

18

25 de octubre de 2016

9

Incendio de 1921 – no se tiene información

19

19 de noviembre de 2016

10

6 de febrero 1927

20

07 de mayo de 2021

      Fuente:

INCENDIO DEL 19 DE JUNIO DE 1886.

En la madrugada de dicha fecha, se produjo un voraz incendio en una tienda de chinos, situada en 1n esquina de las calles de Arequipa y de Tambo - hoy Deán Valdivia, quemándose totalmente las propiedades de la señora Justa Cano, de don Cipriano Cano y otras; además, para evitar la propagación, fueron destruidas en su mayor parte, las casas vecinas de don Pedro Leusen, del Sr. Rosenthal y de Dn. Santiago Campodónico. Se tiene noticias de que hubo varios heridos a consecuencia de los trabajos de extinción del fuego. Se destacaron combatiendo este incendio, los señores: Juan Navarro, Eustaquio Quinteros, Juan de Dios Pérez y Gregorio Barriga.

INCENDIO DEL AÑO 1906

La falta de archivos y de otros medios de información nos han hecho muy difícil la búsqueda de datos para este trabajo. Estamos seguros, que en Mollendo se han producido muchos incendios, importantes, los cuales no nos ha sido posible consignar. Hemos podido saber que en el año 1,906 se produjo un voraz incendio en las barracas que estaban a cargo de los señores Bucetich, cuyo incendio produjo pérdidas de muchos miles de soles, y que este incendio fue combatido, por los bomberos, desde la tarde en que se inició hasta la mañana del día siguiente.

EL INCENDIO DEL 2 DE ABRIL DE 1912

Ha sido este el mayor incendio que ha sufrido Mollendo, pues destruyó siete manzanas de casas, en las que se contaban varios edificios públicos, lamentándose especialmente la desaparición del edificio del Concejo Provincial de Islay, con el que desaparecieron sus archivos y documentos de inestimable valor para la historia del Puerto.

El incendio sorprendió a la población de madrugada y nada pudo la abnegación y los empeños heroicos de los bomberos por detenerlo; dándose el hecho singular de que el Comandante de los Bomberos, Sr. Ricardo Pérez Reyes quien observó arder y reducido a cenizas todo su patrimonio.

Las fotografías de Max T. Vargas del devastador incendio del puerto de Mollendo en abril de 1912 fueron publicadas bajo el título “Catástrofe de Mollendo”. Son vistas diurnas de los escombros del incendio en los amplios espacios donde hay evidencias de que el fuego arrasó con varias zonas importantes del puerto. Publicadas por Universidad de piure  y la revista  La Crónica.

INCENDIO DEL 8 DE ABRIL DE 1913

En verdad, aunque este incendio destruyó parte valiosa de la población, no tuvo punto de comparación con el del año anterior. También es cierto que, gracias a los abnegados esfuerzos de la Compañía de Bomberos, el incendio no adquirió las proporciones que se temieron.

El peor recuerdo de este incendio se debe a que a consecuencia de las lesiones que recibió el bombero SAMUEL MALAGA, tratando de cumplir su deber, falleció el día 22 de abril de 1,913, o sea, dos semanas después. Equivocadamente, hemos comprobado, que la mayoría de las personas que se han preocupado de escribir sobre el tema que nos ocupa, hacen figurar la muerte del voluntario Málaga, en el incendio de 1,912.

Max T. Vargas fue a Mollendo –o probablemente estaba ahí – y fotografió la voracidad de las llamas, como lenguas de fuego en la noche. “La Crónica” publicó tres fotografías suyas en la portada del 20 de abril de 1913, bajo el titular “Momentos álgidos del incendio de Mollendo”.

INCENDIO DEL 11 DE JULIO DE 1913

A las 9 de la noche, de la fecha indicada, se produjo un incendio en la Fábrica de Sodas del Sr. Aurelio I. Zegarra, situada en la segunda cuadra de la calle "Tambo", casi esquina de la de "Llosa". El terror de la población, tan castigada por los incendios, no fue esta vez justificado, ya que solamente ardieron, varios frascos de esencias inflamables, un frasco de ácido sulfúrico, algunas talegas de papel, para ven tas de café, un paquete de almanaques, un cajón de café tostado y un armario

INCENDIO DEL 12 DE OCTUBRE DE 1917

Nuevamente el fuego se hace dueño de Mollendo. El periódico "La Patria" (año 2 - N9 196), relata los hechos así: A las 10.15 pm. del día 12 del actual se declaraba un voraz incendio en la parte más central de la población. El tañer de las campanas, el silbato de los policías, el pito de las fábricas y el del vapor "Urubamba" que se encontraba en nuestra bahía, dieron la voz de alarma. Este incendio se produjo entre la muralla que separa las casas de propiedad de Jorge Salomón y la. que ocupa el Sr. Daniel Zavala. El fuego fue tan rápido y violento que en pocos minutos abrazó una zona bastante considerable, siendo estériles, en los primeros momentos, los esfuerzos inauditos de la Compañía de Bomberos, cuyos miembros trabajaron con abnegación digna de aplauso. La voracidad del incendio exigió un denodado esfuerzo de parte de los bomberos, quienes se multiplicaron para combatirlo, ayudándoles en su humanitaria labor el Sr. Gobernador de la Plaza, encargado de la Sub Prefectura, el Capitán de Puerto y el Comandante de Resguardo, Sr. Antonio Alvistur, quien provisto de once cartuchos de dinamita, que le fueron proporcionados por el Concejo, logró destruir algunos edificios, hecho que· contribuyó en fuerza para circunscribir "el fuego en zona determinada, hasta que se logró extinguirlo, más o menos a la una de la mañana, no sin que antes hubieran sido destruidos, en su totalidad, los edificios siguientes:

Calle Comercio: Casa N9 23 de propiedad del Concejo y ocupada por el mismo; destruida en parte. Casa N° 25 y 27, propiedad del Párroco Juan B. Arenas, ocupada por la Botica del Carmen, del Sr. José Domingo Cáceres. Casa N° 9 29 y 31 propiedad del Párroco Sr. Juan B. Arenas, ocupada para depósito de mercaderías por el Sr. Moisés Castro Málaga. Casas Nros. 33, 35, 37 y 39, del Sr. Mariano Gálvez, ocupada, la parte baja por el Almacén de los Srs. Lira y Compañia, y los altos por las familias, Pastora V. de Smith, Gabriel Zavala y W. Olphert.

Calle Zavala: Casa N° 2, propiedad del Sr. José S. Rivera, ocupada por la familia del Sr. Orozco. Casa N° 4, del Sr. José S. Rivera, ocupada por la familia del Sr. Daniel Zavala. Casa N9 6, del mismo propietario, ocupada por la familia Mogrovejo. Casa N° 8, del mismo dueño, ocupada por la familia del Sr. Augusto Valcárcel. Casa Nros. 5, 7, 9 y 11, de la viuda de Romaní, ocupada, la planta baja por el Sr Carlos Basadre, y los altos, por las familias, Salvador Zavala y Víctor Mac Cord.

Calle Aguirre: Casa N° 1, 3, 5 y 7, de la viuda de Romaní, ocupada por los Srs. Lorenzo D. Cuadros, Dámaso Rosas y señora.

Calle Blondell: Casa N° 2 de la Sra. Epifanía Vela, ocupada por la familia del Dr. Faustino Franco. Casa N9 4 y 6, del Sr. Julio Struque, cuya familia ocupaba la planta baja y los altos la familia del Sr. Abraham Romero. Casa Nros. 8 y 10 del Sr. Jorge Salomón, ocupada, la parte baja por los Srs. Domingo Chávez, Tomás Cornejo, Angel Ratteri, Alejandro Arías, y los altos por la familia del Sr. Félix Gálvez.

Edificios que han sufrido deterioros: Calle Zavala, casa del Sr. Pérez Reyes. Calle Blondell; casas Nros. 32 y 34, del Sr. Andrés Rosado; casa N° 36 de la Sra. Eloísa V. de Trochou. Calle Aguirre, casa Nros 2, 4, 6, 8 y 10 del Sr. Juan G. Núñez.

Escandaloso saqueo: Ante el terror consiguiente producido por el incendio, se destacaba el triste y desconsolador espectáculo del robo efectuado en diferentes formas, habiendo llegado el caso de haberse maltratado de obra al Sr. Gabriel Zavala que trataba de defender sus mercaderías de manos de los ladrones. Como consecuencia de estos actos delictuosos han resultado damnificadas las siguientes personas: Máximo Collado, Almacén de abarrotes y licores; Zavala y Compañia, almacén de abarrotes; Manuel García Pacheco, Botica; Círculo Mollendo; Manuel J. Montoya, Sastrería; Roberto Ballón. Peluquería; Andrés Cho-Win, encomendería; Carlos Calderón Bedoya y Compañía, Tienda de Mercaderías; Gambetta e Hijo, Librería y Tienda de Abarrotes; E. U. Mogrovejo, Establecimiento Comercial; Alberto Osterloh, Pastelería y Salón de Licores; Jorge Salomón, Tienda de Mercaderías; Felipe Yannacone, Almacén de Abarrotes; Federico Oblitas, Encomendería; y las casas habitación de Aurelio Benavides, Dr. Mateo de Cossio y muchas otras personas.

INCENDIO DEL AÑO DE 1921

No se tiene información escrita; no obstante, me dieron regencias orales de la misma que se debe verificar.

EL INCENDIO DEL 6 DE FEBRERO DE 1927

Después del incendio del año 1,921, del que no hemos podido averiguar ningún dato, vuelve Mollendo a vivir horas de angustia a consecuencia de otro gran incendio. Esta vez las cosas ocurrieron así: a las tres y media de la madrugada, del domingo 6 de febrero de 1927, se reunieron en el Hotel Roma (antes Bersaglieri), ubicado en la Calle de Comercio, de propiedad de la señora viuda de Yannacone, y arrendado al Sr. Eduardo Rubianes, el Sr. Eduardo Moraleja, artista de la Compañía española de Pepe Otero, y los señores Rullán y Toledo, de la Compañía Argentina de Comedias, con el objeto de preparar un mate, lo que hicieron empleando una cocina "Primus". Estaban en la habitación del Sr. Moraleja que quedaba en el segundo piso del Hotel, en la que en esos momentos dormían su señora esposa y sus tres menores hijos. Al maniobrar el Sr. Moraleja el "Primus" el aparato levantó una gran llamarada y explosionó, esparciendo el kerosene sobre las camas de la habitación en las que dormían, como se ha dicho, su señora y sus hijos. Inmediatamente el Sr. Moraleja, cogiendo una manta, trató de apagar el fuego, lo que no pudo conseguir. En la habitación contigua, se acostaba en esos momentos el Sr. Izquierdo, el cual al darse cuenta del siniestro, como no pudiese salir por la escalera, despertó a su señora, y ambos se arrojaron por el balcón a la calle, desde una altura de cuatro metros.

El Sr. Guillermo Ackerman, de la vecindad, al notar fuertes voces salió a la calle y pudo ver las llamas que salían del hotel incendiado, por lo que acudió a la Compañía de Bomberos, haciendo tocar la campana de alarma, mientras sacaba escaleras para acudir en auxilio de las personas que pretendían arrojarse a la calle desde los balcones.

El primer bombero en acudir fue el Dr. J. Fernando Núñez Gómez, excomandante de la Compañía, quien procedió a hacer prender la bomba de vapor y hacer sacar, con dos bomberos que llegaron, un gallo de mangas que inmediatamente hizo embonar en los grifos ubicados delante de las casas de Collado y Salomón. Los bomberos cumplieron heroicamente y la Policía de Seguridad se desempeñó muy bien, para evitar, casi completamente los robos y otros inconvenientes. El pueblo, en general, ayudó con disciplina y eficacia, siendo de destacar la acción heroica del Sr. Sixto Gutiérrez, quien, con arrojo y serenidad, soportando el intenso calor, dueño de una manguera, dirigía el agua a los edificios del frente que empezaban a caldearse y amenazaban que ·en ellos se propagase el fuego.

El Sr. Moraleja, su señora y sus tres hijos, ingresaron al hospital con graves quemaduras; siendo de lamentar que uno de los pequeños falleció a consecuencia de las quemaduras. También los Sres. Rullan e Izquierdo, de la Compañía Argentina, sufrieron quemaduras, aunque de menor gravedad.

En general, los artistas de la Compañía española de Pepe Otero y los de la Compañía Argentina Rullan-Torres, que estaban alojados en el hotel incendiado, fueron sorprendidos en su sueño por el fuego y apenas tuvieron tiempo para salvarse, pues solo se dieron cuenta del peligro que les amenazaba cuando ardía todo el edificio.

Quedaron totalmente destruidas por el incendio, la casa donde comenzó el fuego, o sea el Hotel, que no estaba asegurada; y la casa colindante, propiedad de doña Sara Turner de Quincot, que estaba asegurada en mil Libras.

Quedaron dañados los edificios de propiedad de los señores Carlos Trebino, de la calle de Comercio, de doña Justa B. viuda de Siles, de la calle de Zavala, y también la de doña Luisa Vargas, de la misma calle de Zavala.

Se calcularon las pérdidas ocasionadas por este incendio en unos doscientos mil soles. Las familias mayormente afectadas fueron. La del señor Antonio Zegarra, inquilinos del tercer piso, de la casa de la Sra Turner, quienes perdieron absolutamente todo, ya que se dieron cuenta del siniestro cuando ardía el piso en que ellos vivían, teniendo que salir por los techos. También perdieron casi absolutamente todos los componentes de las Compañías de Comedias citadas antes, como así mismo el Sr. Eduardo Rubianes conductor del Hotel Roma.

Con pérdidas de menor cuantía pudieron contarse; don Mariano Peña, que tenía su negocio en el primer piso de la casa de la Sra. Turner; el Sr. Roseblit, inquilino del segundo piso de la misma casa; el Sr. Julio La Torre Bueno, inquilino del Sr. Trebiño: y el Sr. Behar, que tenía su comercio en los bajos del Hotel Roma.

INCENDIO DEL 13 DE ENERO DE 1929

A las 7 de la noche fue alarmada la población por el toque de campana de la Compañía de Bomberos. Había fuego en los almacenes de la Aduana, situados entre la Estación y el Muelle, y gran parte de la población, presa de pánico huyó a la parte alta de la población porque se sabía que, en uno de los Depósitos próximos, existían unos 600 cajones con latas de gasolina, kerosene y otras materias inflamables. Los bomberos actuaron rápida y decididamente, unos por el techo, del almacén donde había fuego y del que salía una gran columna de humo, y desde la abertura practicada arrojaban una vía de agua, mientras que otro grupo de la "Mollendo N° 1", a través de la puerta, dirigían otro chorro de agua hacia la zona que ardía. Otro grupo de bomberos, mientras tanto, desalojaban, de los almacenes próximos, la gasolina y las demás materias inflamables. El fuego fue dominado en una hora y las pérdidas fueron de poca cuantía.

INCENDIO DEL 6 DE SEPTIEMBRE DE 1929

A las 4.45 de la madrugada, el Sr. Máximo Núñez, del servicio de vigilancia del muelle, vio salir humo del sótano que servía de depósito de mercaderías a la casa Riecken y Co., dando inmediatamente la alarma con la campana del Resguardo. Minutos después, la campana de la Bomba también sonaba en alarma, y la gente, se agolpaba en la calle Alfonso Ugarte, para contemplar el fuego que ya, en enormes lenguas, amenazaba devorar el Jirón, en la parte próxima al mar, partiendo de la Casa Dauelsberg. A pesar del tesón y denuedo de los bomberos, encabezados por su Comandante, Sr. Adolfo Bayro, el Capitán, Sr. Morales Glave, y los Tenientes, Jesús Gmo. Velando y Héctor Caballero, el fuego no aminoraba. El fuego ya había destruido la casa Riecken y Cía y la de la Capitanía del Puerto, y abrasaba ya la casa ocupada por la Agencia del Sr. Luis F. Mendez, colindante con la de la Compañía Inglesa. El mayor peligro era que el viento soplaba en dirección norte. Era necesario cortar el fuego por esta parte. Hasta siete ve- ces se empleó dinamita, y esta quebrantó de modo visible el fuego, que pudo limitarse en ese punto. Se evitó la catástrofe. 

El saldo era. La calle Alfonso Ugarte se atestó de muebles y enseres de los que temieron que el incendio llegase hasta sus viviendas. La Casa Dauelsberg, tan solo pudo salvar el dinero y los libros de la caja fuerte. Los libros y muebles de la Capitanía pudieron salvarse casi íntegramente. La familia Kidwill, inquilinos de los altos de la Capitana, perdieron cuanto tenían. La familia de don Luis F. Mendez apenas pudo salvar las camas y algún que otro papel de su oficina. La casa de la familia Verdeguer sufrió notables daños al adoptarse medidas de precaución contra el avance del fuego e igualmente ocurrió con otras casas colindantes. También la casa del Sr. Soto Landázuri sufrió daños por su parte posterior.

Los daños materiales calculados en este incendio se cifraron en unos 300,000 soles. Quedaron destruidas; la propiedad de la firma Riecken; la propiedad de la Sra. viuda de Agostini, donde estaba instalada la Capitanía del Puerto; y la propiedad del Dr. Ramírez del Villar, que ocupaba la familia Mendez. Hubo otras muchas personas afectadas, así como Entidades, entre las que se contaron; la Empresa de Luz Eléctrica; el Dr. Caro; el industrial Sr. Luis A. Salermo; los referidos antes, y muchos más.

EL INCENDIO DEL 4 DE MARZO DE 1937

Esta vez el fuego se produjo en la parte alta de la población, y afortunadamente en una casa aislada, lo que disminuyó el pánico; aunque no la alarma, especialmente, de los primeros momentos.

A las dos de la madrugada se dio la alarma utilizando la campana de la Bomba y las campanas dela Iglesia Parroquial. En la penúltima cuadra de la Avenida Independencia (hoy Mariscal Castilla), ardía la Casa Quinta de la firma Riecken, llamada también "Casa de los Alemanes"; en dicha casa habitaba el Sr. Federico Schaaf en unión de su familia y dos sirvientas, habiéndose dado cuenta del fuego una de estas últimas todos se pusieron a salvo e incluso pulieron salvar algunos muebles. Pero el fuego destruyó totalmente el inmueble y casi todo lo que contenta, sin que los esfuerzos de los bomberos· pudieran evitarlo. Actuaron en este incendio, que duró hasta las cinco de la madrugada, 58 bomberos; 10 de la Plana Mayor y 48 números.

EL INCENDIO DEL 17 DE ABRIL DE 1937

Nuevamente la calle de Alfonso Ugarte fue afectada por un incendio de grandes proporciones. Esta vez el saldo fue la desaparición de dieciocho casas y muchas familias afectadas. Las cosas ocurrieron así: alrededor de las doce y media de la noche, personas que transitaban por Alfonso Ugarte vieron que ardía un poste adyacente al techo de la oficina de Correos y Telégrafos, en la esquina formada por dicha calle y el Pasaje Gálvez. Inmediatamente cundió la alarma, y sin dilación entraron en acción los Bomberos al mando de su Comandante el Sr. Bayro. La primera labor fue el rescate. de la familia del telegrafista, Sr. Juan P. Soto, que vivía en los altos de la Casa del Correo, donde se había originado el fuego. No obstante, los esfuerzos de los bomberos, el fuego se propagó a ambos costados de la primera casa incendiada, penetrando en las casas ubicadas en el Pasaje Gálvez, propiedad del Sr. James Rowlandz, las que eran ocupadas por las familias; Matilde viuda de Zegarra; Judith de Lord; Juan Ramón Núñez del Pardo; Arturo Móffet y Francisco Méndez, y por el lado de Alfonso Ugarte, propiedades también del Sr. Rowlands, ocupadas por la Imprenta del Diario "El Porteño", el director de dicho diario, Sr. Carlos María Muñiz, y su familia: y Eduardo Díaz y su familia. Con contigüidad a estas propiedades, la casa del Sr. Emilio Cazorla, ocupada por el Sr. Félix Gilardi y familia, y los altos, por el Sr. Ernesto Méndez y sus familiares.

El fuego pudo cortarse por el lado del Pasaje Galvez, al costado inmediato de la casa del Sr. Eduardo P. Rodríguez, pero el fuego continuó, cada vez con más voracidad por el lado de la calle Alfonso Ugarte amenazando correrse hasta la zona de La Aguadita; para apaciguar la vorágine se empleó dinamita para volar la casa del Sr. Augusto Valcárcel y cortar la propagación del incendio; no obstante, los heroicos esfuerzos de los bomberos y de muchos voluntarios que se les unieron el fuego siguió propagándose y así se fueron incendiando sucesivamente las casas; de la señora María viuda de La Torre; la de la señora viuda de Zúñiga y la de doña Natividad de Ramos Landa. Mientras, para evitar la propagación mayor del incendio fue necesario destruir con hachas y dinamita las casas de propiedad de Alicia viuda de Corso, de don Daniel Segundo Vela y de don Manuel Chávez.

A las cuatro de la mañana pudo conseguirse el dominio sobre el fuego, con una nueva página de tragedia escrita para Moliendo. En la jornada quedó herido el Comandante Bayro a consecuencia de una lesión que le produjo un clavo, y pudieron contarse numerosas personas contusionadas, la mayor parte de ellas bomberos.

Los daños materiales fueron muy considerables, más de 200,000 soles se calcularon en los" primeros momentos. La oficina de Correos y Telégrafos, gracias a la valerosa intervención de los bomberos salvó sus valores y la mayor parte de sus libros y documentación.

La oficina de Correos y Telégrafos se instaló provisionalmente en el local de la Compañía de Bomberos. El diario "El Porteño", con 23 años de existencia desapareció para siempre. Y la lista de los damnificados, y de sus pérdidas, sería demasiado para esta información.

INCENDIO DEL 14 DE MARZO DE 1941

Otro incendio de grandes proporciones y en ple- no corazón de la ciudad fue el que se produjo en las proximidades del Mercado, que destruyó la manzana completa de los edificios que limitaban las calles de Arequipa, Melgar, Alfonso Ugarte y Deán Valdivia, propagándose y destruyendo parte de la manzana medianera.

El fuego comenzó a las doce de la noche en una carbonería, de propiedad del comerciante Alejandro Wong Ton, situada en la esquina Melgar con Arequipa, a cuyo lado había una frutería del · Sr. Juan de Dios Álvarez. Los bomberos intervinieron rápidamente, pero tropezaron con grandes dificultades por la escasez de agua, tratando, primordialmente de salvar los enseres de las casas vecinas, habilitándose el Mercado para ir depositando en él todo lo rescatado. Tras muchos esfuerzos y dificultades, con el empleo de la dinamita, de las hachas y de la poca agua de que se disponía, la mayor parte de esta proveniente del estanque de la Fábrica de Hielo, lograse dominar el fuego en la casa del Sr. Manrique, por el Sur, a las tres de la mañana, dándose por extinguido totalmente a las seis y media, hora en que los bomberos se retiraron a su Cuartel, teniendo que contar entre sus filas a varios lesionados. Los daños fueron de consideración.

INCEDIO DEL 19 DE MARZO DE 1956

Después de varios años sin que el fuego hiciera estragos en el Puerto, la noche del 19 de marzo, debido a un corto circuito, comenzó un incendio en la casa N° 183 de la Calle Deán Valdivia, · propagándose rápidamente hasta la casa signada con el número 199.

La eficaz acción de los bomberos, ayudados por numerosos voluntarios, pudo evitar, que el incendio tomase mayores proporciones. El saldo de pérdidas de este incendio se resumió así: Cinco casas totalmente destruidas y veinte personas que perdieron casi la totalidad de lo que tenían.

Las familias damnificadas todas eran gente modesta, y sus nombres: José Gutiérrez, Francisco Miñardello, Víctor Arenas, Dione de Peralta, Julio Rondón, Jaime Andrade, Andrés Soto, Antonio Valdivia, y los familiares de los citados.

INCENDIO DEL 13 DE OCTUBRE DE 2011

Una nota periodística del Correo da cuenta de este incendio “Un incendio en pleno centro de la localidad de Mollendo, en la región Arequipa, dejó dos viviendas totalmente destruidas. Las llamas de fuego se prolongaron por una hora consumiendo dos casas en la calle Comercio del centro de Mollendo, aunque no se han reportados personas heridas. Hasta ahora se desconocen las causas del siniestro, aunque medios de prensa locales informaron que se inició en un taller donde se reparaban electrodomésticos, cuyo propietario Rubén Baylón, junto a su familia, y sus vecinos escaparon a tiempo. El incendio fue sofocado por 20 bomberos voluntarios, con la ayuda de tres autobombas.” (correo. https://panamericana.pe/nacionales/93777)

INCENDIO DEL 19 DE NOVIEMBRE DE 2016

Una nota periodística de Radio Programas del Perú da cuenta de este incendio: “Un incendio de más de dos horas arrasó con cuatro casas en el pueblo joven de Alto Inclán, ubicado en la ciudad de Mollendo, región Arequipa. El fuego se inició en la vivienda de la señora Teresa Chávez Dávalos de 64 años, cuando salió de su casa con su esposo. El fuego alcanzó las viviendas de las familias de Rosa Valdivia Chávez, Mirtha Zegarra Dávalos y Carmen Lazo. "El incendio ha sido provocado, porque la cuchilla de la llave de electricidad estaba esta baja para un cortocircuito”, indicó Teresa Chávez. ” (https://rpp.pe/peru/arequipa/incendio-arraso-con-cuatro-viviendas-en-mollendo-noticia-1011134)

 

 

INCENDIO DEL 25 DE OCTUBRE DE 2016

El dantesco incendio que se produjo anoche y se prolongó hasta la madrugada de hoy cerca al obelisco de la ciudad de Mollendo en la calle Según las autoridades, el siniestro fue ocasionado por un cortocircuito dentro de la ferretería ubicada en la calle Aurelio La Fuente, cerca al obelisco de Mollendo.  dejó 3 familias damnificadas, confirmó la jefa de la Oficina Regional de Defensa Civil, Jackeline Choque.

Estas tres familias integradas por 10 personas lo perdieron todo, porque el fuego consumió las tres casas edificadas de madera.

Las familias pernoctaron en las carpas instaladas en el estadio Municipal de Mollendo y a través del almacén adelantado de la zona se les proporcionó frazadas y colchones, mientras que el municipio dio camas plegables. En los próximos días se enviará módulos de viviendas prefabricadas, señaló la funcionaria.

Personal de la Compañía de Bomberos y personal municipal continúan con la remoción de escombros de las viviendas y la ferretería donde se inició el fuego que se propagó rápidamente por el material inflamable.

LA PRIMERA COMPAÑÍA DE BOMBEROS DE MOLLENDO

A consecuencia del incendio del 19 de junio de 1886 el bisemanario “La Gaceta del Puerto” realizó una efectiva campaña para la inmediata formación de una brigada de bomberos que salvaguardara a la población de su enemigo secular: el fuego.

Se realizaron reuniones preliminares para la fundación de la compañía de bomberos, donde el alcalde de aquel año, José María Cano, acogió el sentir popular y nombró una comisión para que estudiase la fundación y organización de una institución defensora contra incendios. La Comisión la compusieron los señores: Emilio Cazorla, Fernando Ramos Pacheco y Leopoldo Flores Tesorero: Emilio Cazorla, Secretario: Francisco Gómez de la Torre Guerra; este último, ex Comandante de la Bomba "Chalaca" N9 1 del Callao.

Todos pusieron tal entusiasmo en su cometido, que el día 25 de junio de 1886, el Alcalde del Concejo Provincial de Islay, Sr. José María Cano; reunió en el local del Concejo, un numeroso grupo de personas representativas del Comercio, de los Artesanos, de los Empleados, etc., etc. En la reunión fue leída y aprobada por todos los presentes, la propuesta presentada por la Comisión Municipal, por lo que de hecho se suscribió el acta de Fundación de la Compañía de Bomberos "Mollendo" N9 1 eligiéndose seguidamente, la primera Junta Directiva, la que quedó compuesta así:

Comandante: Leopoldo Flores Guerra.

Tesorero: Emilio Cazorla.

Secretario: Francisco Gómez de la Torre.

LOS PRIMEROS CUADROS DE LA COMPARIA DE BOMBEROS "MOLLENDO N9 1.-

 El día 3 de Julio de 1886 los miembros de la Junta Directiva Provisional presentaban ante la consideración y elogio del pueblo el nombramiento de los primeros Oficiales y Sargentos, quedando aprobado el siguiente:

Sección de Bomberos y Zapadores:

·         Capitán: Roberto Turner.

·         Primer Teniente: Eusebio Portugal.

·         Segundo Teniente: Pedro H. Speedie.

·         Tercer Teniente: Ricardo Carrillo.

 

Sargentos de Zapadores:

·         Primero: Juan Jefferson.

·         Segundo: Christian Burcckle

Sargentos de Bombas:

·         Primero: Mariano Pinto Soto.

·         Segundo: Lorenzo Cuadros.

Sargentos de Mangueras:

·         Primero: Pompeyo Emma.

·         Segundo: Guillermo Tamayo.

Sección Salvadores:

·         Capitán: J. Federico Robillard.

·         Primer Teniente: Juan Rube.

·         Segundo Teniente: Eduardo Harmmsen.

·         Tercer Teniente: Sixto Gutiérrez.

Sargentos de la primera Sección:

·         Primero: Juan Neuenschwanders·.

·         . Segundo: Antonio Bonnet.

Sargentos de la Segunda Sección:

·         Primero: Baldomero Marañón.

·         Segundo: Abel Méndez.

 

Sargentos de la Tercera Sección:

·         Primero: E. L. Gómez de la Torre.

·         Segundo: Pedro Jhanse1;1.

SOLEMNE INSTALACION DE LA COMPAÑIA DE BOMBEROS "MOLLENDO" NRO 1

El 15 de agosto de 1886 con la asistencia de numerosa concurrencia; el Vice-Presidente de la República, Coronel Remigio Morales Bermúdez, en representación del Presidente de la República, General Andrés Avelino Cáceres; el Prefecto del Departamento, Coronel Manuel San Román, nombrado Padrino de acto; Federico Luna, Capitán de Navío, Primera Autoridad Marítima de Mollendo; Manuel Masías, Sub-Prefecto de Islay; numerosa representación oficial y no oficial del pueblo arequipeño; y Mollendo en pleno; se efectuó solemnemente la instalación de la Compañía de Bomberos "Mollendo" Nro. 1 la duodécima Compañía de Bomberos fundada en la república. ·

Hubo una Misa Oficiada en la Iglesia Parroquial, y se celebró en el local de la Bomba, una sesión extraordinaria con el objeto de la fundación, suscribiéndose un acta, en la que firmaron los presentes a quienes se les consideró como Socios Fundadores.

Una Banda del Ejército, traída de Arequipa, amenizó los actos. Hubo discursos, banquetes y se repartieron medallas conmemorativas de plata y de cobre. Para fines de conocimiento se transcribe el acta de fundación de esta compañía de bomberos en Mollendo.

 

 

 

ACTA DE INSTALACION DE LA COMPAÑÍA DE BOMBEROS

El acta de la instalación dice así: "En el Puerto de Moliendo, Capital de Islay, a los quince días del mes de Agosto de mil ochocientos ochenta seis, reunido en el local de la Cía. de Bomberos y Salvadores "Mollendo" W 1, con el objeto de instalar, los señores Vice-Presidente de la República Don Remigio Morales B. Prefecto del Departamento Coronel don Manuel San Román, Capitán de Puerto y de Navío don Federico Luna, Sub-Prefecto de la Provincia Coronel don Manuel Masías, varios vecinos notables y los Socios Activos y Pasivos Fundadores de la Compañía que suscriben, dieron lectura al acta de la última Sesión General Preparatoria, celebrada por aquella, el ocho del presente mes; enseguida hizo uso de la palabra el Comandante señor Leopoldo Flores Guerra, manifestando los motivos que dieron lugar a la formación de la Compañía, sus progresos, los medios con que contaba, su importancia, y lo que debía esperarse de ella. El señor Prefecto contestó en conceptuosas frases felicitando a la juventud de Mollendo y agradeciendo la distinción con que se le había designado como Padrino de la instalación de la Compañía.

Hicieron uso de la palabra a continuación los Socios don Emilio Luis Gómez de la Torre, don Juan José Reynoso, encomiando los fines de la institución y augurándole un feliz porvenir. Enseguida el señor Vice-Presidente de la República, congratulándose de asistir a un acto de tan alta significación y ofreciendo su apoyo y el del Supremo Gobierno, declaró instalada la Compañía de Bomberos y Salvadores "Mollendo" Nro. 1. Con lo que terminó el acto. Firmado la presente en el día de su fecha: Remigio Morales Bermúdez; Manuel San Román; Manuel Masías; Federico Luna; Leopoldo Flores Guerra; Roberto Turner; Federico Robilliard; Emilio Cazorla; J. E. Portugal, Pompeyo Emma; Pedro Speedie; S . Gutiérrez; Juan José Reynoso; Francisco Gómez de la Torre; Arturo G. Cáceres; R. Carrillo; Ramón Pacheco; Abel J. Méndez; Eduardo Arana; José Augusto; Manuel M. Martínez; J. M. Febres; J.J. Jefferson; Abraham Uzátegui; B. Marañón; Juan de Dios Luna; Gerónimo Smart; M. F. de los Reyes; Christian Burckle; Luis G. Almonte; Marcos Bayro; M. Lagos; Francisco Vásquez; Emilio Quinteros; M. Banda; Luis Torres G. Tamayo; J. Ramón Cuadros; Gregario V, Rubatto; Gregorio Ponce; Ruperto Montoya; Sixto Dongo; Juan Najarro; Juan Manrique; Aurelio I. Zegarra; José Santos Avilés; Hipólito Montoya; Luis Ráegll, Fabio Cáceres; Lorenzo D. Cuadros; Leonidas González; Man Ruhe; Tomás Nacarino; Daniel Fajardo; Pedro Jahnsen; Gmo. Elias; N. Peña; José Barabino; Enrique Pino; José Rivera; S. Chávez Juan de D. Peace; Manuel B. Tapia; Ignacio Najarro" .

El primer local donde funcionó la Compañía de Bomberos fue la casa del Sr. Alejandro Dorich, ciudadano español y notable vecino de Mollendo, situada  en la tercera cuadra de la calle Comercio; poco después se trasladó a lo que fue cancha de básquet del "Indo Club" para trasladarse más tarde al local que ocupa actualmente en la calle Arequipa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

Benemérita Compañía de Bomberos N° 1, revista extraordinaria editada con motivo de la inauguración de su nuevo local. Mollendo 06 de enero 1966.

DE TORRES MUÑOZ, Manuel.

Sobre la monografía de Mollendo y la provincia de Islay. En Revista Mollendo, Órgano del Centro cultural Carlos Baca Flor n° 7. Mollendo 1957.

El fuego. Mayor enemigo de Mollendo. En Revista Mollendo, Órgano del Centro cultural Carlos Baca Flor n° 4 . Mollendo 1962.

Mollendo y la guerra con Chile. En Revista Mollendo, Órgano del Centro cultural Carlos  Baca Flor n° 10. Mollendo 1966.

Ensayo monográfico sobre Mollendo y la provincia de Islay. Edición del Comité de Arequipa  Pro- Centenario de Mollendo. Arequipa 1970.

RODRIGUEZ CARPIO, Bernandino

Mollendo. Historia y vida. Ed. Universidad Católica de Santa María. Arequipa 2021.

Un capricho llamado Mollendo. Ed. Universidad Alas Peruanas - TISUR. Arequipa 2005

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FOTOGRAFÍAS