MINERALES, MINAS Y MINEROS EN EL VALLE DE
TAMBO
Percy Eguiluz Menendez
A mediados del
año 2002 me embarque en el proyecto de
crear en valle arriba una municipalidad delegada o centro poblado menor, como lo es el
Arenal; ese trabajo me llevo a conocer palmo a palmo ese sector de nuestro valle,
lamentablemente por falta de organización o tal vez mi inexperiencia en asesoría municipal, pese
haber estudiado la Ley Orgánica de Municipalidades, no se logro concluir el
proyecto; sin embargo me dejo la amistad de varias personas que residen en los
pueblos que allí se asientan, y la imagen espectacular de los cerros,
el rio y la estrechez del valle.
En los cerros, enormes
promontorios, que se accede a través de las quebradas, como la de Linga que
desemboca en el rio Tambo y que en años atrás era paso obligado para viajar a Arequipa
o el Santuario de Chapi; observe también entradas de unos socavones que
posiblemente fueron minas explotadas. Me impresiono aquella geografía y quise
conocer quiénes fueron los hombres que
anduvieron por allí y estragaron desde
ya, el mineral que reposa en las entrañas de nuestra tierra.
Años después, en mis estudios de historia en la UNSA, encontré información
sobre el tema.
Una de las
referencias importantes, y tal vez la primera, es la que dio el Intendente de
Arequipa Antonio Álvarez y Jiménez en
1792 cuando en su visita escribió “…no se sabe si haya habido, ni haya minas
algunas trabajadas, ni que puedan descubrirse en beneficio del Real Haber y mejor comodidad de estos habitantes.”
(Barriga, 1946, p.286); sin embargo Juan Gualberto Valdivia Cornejo, conocido
como Deán Valdivia, leyó un discurso en 1845 en la Universidad de San
Agustín titulado “miscelánea química” donde hace un estudio de los minerales que se encuentran en los
cerros del valle de Tambo. El yeso, la sal común, sulfuro de fierro, piritas,
sulfatos de protócsido de fierro, carbonato de fierro, y ocre son algunos de
los minerales que ubico el deán Valdivia; también hace mención que “al subir la
laja de Caraquen (Valle arriba), hay una veta hay una brazada de fierro carbonatado.
Subiendo como una legua, por la quebradilla de Caraquen, se halla una bocamina,
que trabajaron los moqueguanos, por mina de plata, y es una buna mina de
manganesa…” (Valdivia, 1924, 12); también dice que “hay una cantera hermosísima
de sal común, muy blanca y de mucha dureza. Se le puede conocer desde el fondo
de la quebrada, porque encima de la ladera, se divisan como cabezas de monjas
cubiertas con su toca [y] Desde Santa Rosa para abajo dominan ventillas de
cobre, de fierro, piedra canto, yeso…” (Valdivia, ibíd.). Además aclara que estos minerales
principalmente el sulfato de fierro es utilizado en Europa para varios fines:
curtiembres, impregnación de papel, fabrica de velas, en la medicina, para corroer las carnes fungosas; que si de
extraerlos serian muchos millones de libras de “la inmensa cantidad de estos
materiales, aglomerados en el valle de Tambo, cerca del agua, de los
combustibles, de los puertos, y de donde se produce y se arroja como inútil…”
(Valdivia, ibíd.).
Mariano Eduardo
de Rivero y Ustariz en su “Memorial de Ciencias Naturales y de Industria Nacional y Extranjera”
publicado en 1828 hace mención del
fertilizante mineral conocido como el guano, dice el autor “El tercero o guano
blanco, que es considerado sobresaliente por ser más fresco y puro, se saca de
todas las islas que se hallan más inmediatas a la costa, como son, las de
lagarto, Animas cerca de de Ilo; de la de Margarita, de las islas Jesús, de las
del puerto de Ilay [Islay], y de la Bruja y la Mansa en las costas de Cocotea,
de las de hornillos y de muchas otras que están en las barrancas de donde se
extrae bárbaramente [….] vendiéndose en el puerto de Mollendo a dos pesos
fanega, y ha habido épocas, como los de la guerra [de independencia] que se ha
vendido hasta siete pesos fanega ” (De Rivero, 1928, pp. 37-38). Es importante
la información que da a conocer De Rivero y Ustariz porque al margen de ubicar
los lugares donde se extrae el guano, también hace un estudio de la producción.
Los ingenieros
Federico Blume y Manuel Echegaray, elaboraron en 1862 el trazo del ferrocarril
de Arequipa al puerto de Islay, presentaron un informe al gobierno donde
mencionan las potencialidades mineras del valle de Tambo a tal punto de
compararlos con los de Coquimbo en Chile: “…la transformación de la vecindad de
Kishuarani,Mocoro, Huasamayo y de de las lomas de Tambo en distritos mineros
tan importantes como los de Coquimbo en Chile […] hemos tropezado a cada paso
con vetas de cobre de tan buen aspecto que no podríamos dejar de recoger de
paso algunas piedras” (Camacho, 1871, 82). Por otra parte Antonio Raimondi en
su viaje de Cocachacra a Arequipa en 1863 recolecto una muestra con oro nativo
en la quebrada de Cachendo la que ensayo 7 gramos por tonelada (Raimondi, 1939,
112).
Con la
construcción del ferrocarril de Arequipa a la costa se despertó el interés por
la minería en las lomas del valle de Tambo; en el área de Posco - Cachendo y Cachuyo, Mr. Harry, ingeniero del
ferrocarril y don Juan Gualberto Ballon, primer alcalde de Cocachacra buscaron
minas en la década de 1870 (Velarde, 1986,127). El Subprefecto de Islay don
Cesar Rivero reporto en 1874 cuatro bocaminas de cobre y dos de plata todas
abandonadas en Tambo (El Peruano, 1874,362).
En 1906 el señor
Akermann exploro la zona de Posco; y en la década de 1920 los señores Víctor
Lira, Eduardo López de Romaña y Antonio Palma trabajaron unas vetas de oro en
las lomas de Chucarapi y de Pampa
Blanca, en el cerro Yanamayo, y también en una bocamina que está cerca del
puente Santa Rosa, y que tiene de nombre
“la llama” por la apariencia del cerro con este animal. Los señores Chavaneux y
Williams introdujeron una minería mas técnica en la década de 1950 en la zona
de Quelgua, Santa Catalina y Pan de Azucar; posteriormente la compañía Andes
Exploration hizo dos huecos de Diamond Drill en el Toro y Santa María (Arenas,
1991,26).
FUENTE CONSULTADA
ARENAS FIGUEROA, Mario. (1990). Oro y
cobre en el valle de Tambo, una riqueza dormida. EN: Revista La Punta N° 21. Arequipa.
BARRIGA,Victor (1946). Memorias para
la historia de Arequipa 1790 -1793. T II. Arequipa.
CAMACHO, Simón. (1871) El ferrocarril
de Arequipa. Historia documentada de su origen, construcción e
inauguración. Imprenta del estado.
Lima
DE RIVERO Y USTARIZ, Mariano. (1828).
Memorial de ciencias naturales y de industria nacional y extranjera. Imprenta
de la industria primaria. Lima.
RAIMONDI, Antonio. (1874). El Perú. T
I. Lima.
VALDIVIA, Juan Gualberto. (1924).
Miscelánea Química. Arequipa.