domingo, 19 de octubre de 2025

UN VIAJE LÍRICO HACIA LOS LATIDOS EN EL HORIZONTE DE MEJÍA

 


En el marco de la inauguración del “Centro Cultural Las Gaviotas”, presento el poemario Latidos en el horizonte de Mejia” de Diego Valero Mamani.  Este centro cultura es un espacio para la expresión de la música, la danza, el cine, el teatro, el arte de nuestro distrito y donde las voces de nuestra comunidad encontraran eco se

Las gaviotas, símbolo de libertad y de vuelo, nos inspiran a mirar más allá del horizonte. Y este este centro cultural será precisamente eso: un lugar para volar con la imaginación, para encontrarnos en el arte, para construir juntos una identidad que se nutre de historia, de paisaje y de talento.

Aquí se escucharán versos, se expresará arte, se compartirán ideas. Aquí se celebrará lo nuestro: nuestras tradiciones, nuestras voces jóvenes, nuestros recuerdos y nuestros sueños. Porque Mejía no solo es un balneario con historia y de belleza natural, es también un pueblo con alma creativa.

Y qué mejor manera de inaugurar este espacio que con la presentación del libro “Latidos en el horizonte de Mejía”, de Diego Valero. Una obra que palpita con la esencia de nuestro pueblo, que convierte cada rincón del terruño de Diego en poesía, y que nos recuerda que la cultura vive ferviente en lo cotidiano.

Felicito a todos los que hicieron posible esta hermosa infraestructura. Que Las Gaviotas vuelen alto, que nunca deje de acoger, de inspirar y de transformar. Y con el permiso de la señora alcaldesa expreso la bienvenida al nuevo corazón cultural de Mejía.

Esta noche nos reunimos también para celebrar “Latidos en el horizonte de Mejia”, una obra poética que nace del alma de “La perla del Pacifico” y late con la fuerza de su historia, su paisaje y su gente; donde el autor encontró inspiración máxima y moldeo en palabras, en versos y volcó su expresión en este libró, que no es solo una colección de 52 poemas, es un mapa emocional de nuestro paisaje, una bitácora de recuerdos, una declaración de amor a cada rincón de Mejía, como recita el verso: Las chacras de Mejía son silentes/ Porque no gritan/ Porque saben que su belleza/ Esta en ser simplemente lo que son/ Un abanico fértil/ Un poema sin palabras/ Un verso libre entre el mar y la tierra [poema Campos verdes].

Diego Valero nos invita a escuchar los susurros del amor, las pulsaciones del deseo, los ecos de la nostalgia y los silencios de invierno en Mejía que también hablan “Sobre un viejo balcón, donde la silueta de una dama se dibuja, y la sombra del ayer que se aferra con nostalgia a las rocas de la juventud”.

En “Latidos en el horizonte de Mejia”,  encontramos  52 poemas que son el testimonio del autor de sus años vividos en este hermoso  balneario, y ahora que por su trabajo radica en la ciudad de Moquegua “Extraña a Mejía”, pero como recita  en su verso “Y aunque todo haya pasado, se que cuando regrese, me recibirás sin juico, sin reclamo, como la tierra que nunca olvide”. 

Este libro creo que nace del amor de Diego por el terruño, que no se mide en mapas, documentos o conocimientos históricos, sino en afecto. Creo que Mejía para Diego no es solo un lugar: es una forma de mirar el horizonte, de nombrar la nostalgia, de celebrar la vida cotidiana, la que está presente.

Los poemas recorren la geografía, los lugares, las costumbres, la historia, los rincones poéticos de este balneario. Algunos versos son suaves como la brisa de la tarde de verano y nos invita a reflexionar frente al mar o realizar una caminata al amanecer aun con una densa “camanchaca”; otros versos, son intensos como “la zona de peligro en aguas inquietas pero que seducen con encantos”; sin embargo, todos los poemas de Diego tienen algo en común: están escritos con el corazón abierto.

Sus versos son latidos que nos conectan con lo más profundo de nuestra humanidad y nos lleven de paseo por la campiña, por la laguna, por las calles coloridas y por los recuerdos que todos guardamos dentro. Porque cuando el corazón late por Mejía, la poesía se vuelve inevitable.

En las páginas del libro encontramos versos dedicados a la Poza del Inca, Rocas Margaritas, las Palmeras Centenario, la Laguna de la Alameda o la Casa 1911, Se fue el tren y tantas otras postales que nos pertenecen, que definen a Mejía y captura la esencia de este lugar de ensueño.

En el vaivén de las páginas de “Latidos en el horizonte de Mejía”, emerge un verso que resuena como  leyenda antigua: “Visita un corsario al puerto de Chule” en referencia  corsario ingles Francis Drake, con datos  históricos  expresados en verso, Diego nos relata la mítica visita  de Drake y el asalto al navío de Hernan Bueno de Arana que aparentemente cargado de oro avivó la  ansias de Drake, pero fatal fue su sorpresa que esta nave yacía vacía como una tumba sin alma. Y el tesoro escondido en alguna parte Chule   quedo guardado para las postrimerías como la historia de este puerto de los primeros años de la Arequipa virreinal; no obstante, este poema también nos invita a zarpar hacia lo desconocido, donde la nostalgia se mezcla con la aventura como el  corsario Drake una figura entre lo heroico y lo errante, cargado de emociones, memorias y latidos que cruzan horizontes.

Diego ha sabido captar lo que muchos sentimos, pero no siempre sabemos decirlo o expresarlo: esa nostalgia de un atardecer, la magia de las rocas, el misterio de la camanchaca, el orgullo de pertenecer a este hermoso balneario. Diego nos enseña en las paginas de este libro a sentir, y a descubrir que la poesía también habita en las piedras, en los balcones, en la soledad del invierno cubierta de densa bruma y en la arena suave.

En títulos como Empanadas que perduran, Pescando algo, Lomas de Caminantes, nos invitan a mirar con nuevos ojos lo cotidiano, lo que siempre ha estado aquí como un testimonio de identidad, de pertenencia y de sensibilidad. Los versos de este libro es un homenaje al eco de la memoria en cada atardecer, a lo auténtico y pintoresco de las casas de madera, lo veraniego, lo histórico y lo alegre que caracteriza a Mejía.

Finalmente felicitamos a Diego por plasmar su creatividad, memoria e identidad de su terruño en el libro “Latidos en el horizonte de Mejía” que es un viaje íntimo por los paisajes de “La perla del pacifico” con una voz poética honesta y sensible.  Que este libro no sea el primero de los muchos que encuentren aquí su hogar, su voz y su público. Gracias, Diego, por regalarnos tus versos, por recordarnos que la poesía sigue siendo ese refugio donde el alma se desnuda sin miedo.

Gracias a todos por creer en la cultura como motor de comunidad. Que sigan los latidos, que sigan los sueños, que sigan las gaviotas volando alto.


Presentación del libro [poemario] "Latidos en el horizonte de Mejía"

Mejía, viernes 17 de octubre 2025   







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