Los ferrocarriles de trocha angosta en el valle de
Tambo de las haciendas Pampa Blanca y Chucarapi, ahora inexistentes, fueron en
su momento expresión del auge económico del valle a inicios del siglo XX a
consecuencia de la producción de azúcar de dichas haciendas. La utilidad de
estos ferrocarriles no solo fue exclusividad de los dueños de las haciendas también
los pusieron al servicio de trasporte de la población de Tambo. Estos pequeños ferrocarriles
partían desde las mencionadas haciendas hasta la estación de La Ensenada del
Ferrocarril del sur hasta donde llegaba la producción de azúcar para trasportarla
hacia Arequipa y luego Bolivia.
Las líneas ferras de este ferrocarril de trocha angosta ya
no existen, como mencionamos hace un momento; sin embargo, su trazo se puede evidenciar en las vías de comunicación
entre el poblado de Pampa Blanca y Cocachacra hasta el lugar denominado “Callejón
del pueblo” luego paralelo al canal "Hacendados" seguía esta línea férrea hasta "Guardiola" por donde ascendía rumbo a la estación de
La Ensenada.
LA HACIENDA CHUCARAPI
La familia López
de Romaña fue la última que tuvo en propiedad la hacienda Chucarapi, con esta
familia la hacienda logro su máximo apogeo. La testamentaria de Eduardo López
de Romaña, en octubre del año de 1926 mando hacer al ingeniero Juan De Taboada
el plano de la hacienda la que estuvo divida de la siguiente manera:
La primera
sección denominada “Chucarapi”, que es la parte antigua de la hacienda, y
compendia entre el río Tambo y los cerros de la ceja oriental del valle, tenía
1536 topos. Esta sección compendia las tabladas nombradas: Santo Toribio, Santo
Tomas, San Alejandro, San Francisco, Santa Rosa, Pio IX, Purisima, San Juan,
San Rafael, San José, Huascaray, Olivar, Carmen, Victoria, Santa Elena, Dique,
San Eduardo, San Consuelo, San Ignacio, San Luis, San Carlos, Santa Marta, Convalecencia,
Santa Julia, Triangulo, Santa Clemencia, Santa Elvira, Santa Natalia y Santa
Pepita.
La segunda
sección denominada El Fiscal tenía 115 topos con 47 varas y comprendía solo el
fundo del mismo nombre de la sección.
La tercera
sección se llamó Ventillata y tenía 95 topos y también comprendida el fundo del
mimo nombre.
La cuarta
sección se llamó Piedra Grande, era el límite de la hacienda con el sector de
Valle Arriba o Cocotea, y comprendía el fundo del mismo nombre de la sección
con 9 topos.
La hacienda tenía una parte entre de 100 metros longitudinales entre el río Tambo y los cultivos de caña y que en toda la extensión de la hacienda hacen 322 topos, que hasta la fecha no eran cultivados. La parte de la casa hacienda, fabrica, almacenes, ranchos para obreros y peones, y estación para los trenes 13 tops o 48 mil metros cuadrados. En total la hacienda tenía 731 hectáreas o 2093 topos con 2281 varas.
LA HACIENDA PAMPA BLANCA
El 10 de marzo de 1856 Juan
Guillermo Lira, padre de Víctor F. Lira, adquirió el fundo de caña de azúcar
denominado Pampa Blanca y lomas del mismo nombre en el valle de Tambo al pagar
la deuda de doña María Santos Pacheco, esposa de José Domingo de Alvizuri; esta
hacienda estaba embargada por nueve mil pesos a favor de la casa de huérfanos
de Arequipa y dos mil pesos a favor del cura de Tacna Domingo López del
Castillo por una capellanía (ALCÁZAR: 1856, 412). El fundo Pampa Blanca era
parte de la extensa hacienda Chucarapi de la familia Alvizuri Fernández - Maldonado.
Juan
Guillermo Lira para expandir Pampa Blanca compró a Bruno Bejarano el 06 de
setiembre de 1879, “una suerte de tierras
o chacras situadas en el valle de Tambo y conocida con el nombre de Pampa
Blanca del Carmen [y otra denominada] conventillo” (ARA: 1879) y el 09 de
julio de 1881 compro de Josefa Benavides viuda de Barra “La
parte que me corresponde en la chacra de pan llevar y montes llamada Cachullo
(Cachuyo) ubicada en el valle de Tambo” (ARA: 1881) de esta manera
constituye la hacienda Pampa Blanca
Al
fallecimiento de Juan Guillermo Lira en 1888, su hijo Víctor F. Lira asume la
dirección de la Hacienda quien se propuso modernizarla y expandirla; para
lograr con lo primero adquirió en 1893, de la Casa Menchaca en Lima, un pequeño
generador de energía eléctrica para su hacienda (EGUILUZ: 2014, 76); también a
comienzos de la década de 1900 dio inicio a los trabajos del dique de enrocada
en las márgenes del río Tambo, protegiendo los terrenos de cultivo de su
hacienda. En 1905 instala sobre el rio Tambo un puente de acero; y en 1906
construye un ferrocarril de trocha angosta que uniría su hacienda con la
estación de la Ensenada, y por ende contactándose con el Ferrocarril del Sur,
como lo veremos más adelante.
EL FERROCARRIL DE AREQUIPA A LA COSTA
El comercio de
lanas convirtió a la ciudad de Arequipa en un polo de desarrollo en el sur
andino, pero necesitaba un ferrocarril para transportarlas hasta el puerto de
Islay y por ende al extranjero. Se ha discutido si hubo o no influencia o
presión política de los hacendados del valle de Tambo para que el ferrocarril
de Arequipa pasara cerca de este valle porque el proyecto original era de
Arequipa hasta el puerto de Islay. Se argumentaba que el ferrocarril no solo
debería unir el puerto de Islay con Arequipa, sino que debería pasar por
centros poblados o de producción para cumplir una labor social y comercial, en
este caso, con los valles de Tambo y Vítor.
En 1863 el
vicepresidente del Perú era el general Pedro Diez Canseco, antiguo dueño de la
hacienda de caña El Frisco, en el valle de Tambo y aparentemente fue
condescendiente con los hacendados del valle de Tambo al aprobar que el
ferrocarril se construyera por la ruta Arequipa-Mejía, en vez de la ruta
Arequipa-Islay.
El 30 de abril
de 1868 se promulgó un Decreto Supremo para construirlo y el 14 de mayo del
mismo año se firmó el contrato entre el Gobierno del general Pedro Diez Canseco
y Enrique Meiggs para construir este ferrocarril. Este vicepresidente obtuvo la
promesa del nuevo presidente, José Balta, para aprobar la propuesta hecha por
Meiggs y respetar la firma de este contrato. Ante la imposibilidad de
desembarcar por Mejía el material que necesitaban para construir el
ferrocarril, Meiggs lo desembarcó por la caleta de Mollendo el 17 de julio de
1868, es así que se iniciaron los trabajos del ferrocarril en la pampa La Joya,
luego en Arequipa y Mollendo, terminando los trabajos en 1870. El 1 de enero de
1871 se inauguró este ferrocarril.
Este ferrocarril
tuvo tres estaciones cerca al valle de Tambo: La Ensenada, Tambo y Cachendo y
fueron puntos obligados para recoger o dejar pasajeros y carga para el valle. Sin
embrago, La Ensenada estaba a 5 km de La Curva, este pago estaba a 10 km de La
Punta y otros tantos de las haciendas de
Chucarapi y Pampa Blanca.
La estación de
Tambo estaba a 3 km de Cocachacra y la estación de Cachendo estaba a 27 km de
El Toro en valle arriba. También los lugares de Cahuintala y Posco estaban en las lomas entre las
estaciones Tambo y Cachendo, fueron paraderos eventuales para abastecer agua a
las locomotoras o para desembarcar el ganado proveniente de Arequipa y Puno, el
que era dejado en estos lugares para que engorden.
Aunque las estas
estaciones estaban cerca de este valle de Tambo para llegar a ellas era
necesario utilizar recuas de acémilas,
pero esto termino cuando se construyeron los ferrocarriles de trocha angosta
hasta la estación de la Ensenada por los dueños de las haciendas de Pampa
Blanca y Chucarapi.
EL FERROCARRIL DE TROCHA ANGOSTA DE LA
HACIENDA PAMPA BLANCA
El 5 de enero de
1905, Víctor Felipe Lira dueño de la hacienda Pampa Blanca, pidió autorización
al Gobierno de José pardo para construir un ferrocarril de trocha angosta de
0.75 m de ancho y de 14 km de longitud para unir la hacienda Pampa Blanca y la
estación de La Ensenada con la finalidad
de transportar su producción de azúcar hacia Arequipa y Bolivia utilizando el Ferrocarril
del Sur; para esto, el 6 de junio de
1906 se aprobó la tarifa de pasajes y fletes de este ferrocarril y recién con
fecha 8 de junio de 1906 se concedió la autorización para el funcionamiento de
este ferrocarril (Sivirichi 1930: 47).
El 28 de octubre
de 1906 se inauguró el puente de acero sobre el río Tambo de manufactura norteamericana
para el ferrocarril de trocha angosta construido durante el año de 1905. También
Víctor F. Lira adquirió las pequeñas locomotoras a vapor para este ferrocarril que
fueron denominadas: 1, 2, y 3.
El servicio de carga
de azúcar de este ferrocarril era complementado con el transporte de pasajeros
que se realizaba una vez por semana en un coche de madera y con ventanas. Entre
la hacienda Pampa Blanca y la estación de La Ensenada existieron paraderos intermedios en
Cocachacra, Santo Domingo, Veracruz Grande, El Arenal y Guardiola para recoger pasajeros y también carga.
Por otro lado Víctor
F. Lira compro de Justo Ponce, el 23 de agosto de 1906, terrenos en la Ensenada
y “una casita que queda a la derecha del camino que va a La Punta y el extremo
del sitio donde estuvo situado el triangulo de la empresa de los ferrocarriles
del sur” (ARA García Bedoya). Esta propiedad le sirvió de almacén del azúcar y
subproductos en la estación de La Ensenada.
EL FERROCARRIL DE TROCHA ANGOSTA DE LA
HACIENDA CHUCARAPI
En 1915
consiguió la aprobación del Gobierno para el tendido de la línea del
ferrocarril de Chucarapi hasta La Ensenada en terrenos que eran de Lira. En
represalia, este hacendado no quiso moler la caña de los López de Romaña,
quienes se vieron obligados, en 1918, a comprar un ingenio azucarero usado,
para moler su caña y fabricar azúcar, hasta que en 1922 importaron uno nuevo de
Estados Unidos. Chucarapi construyó un ferrocarril de trocha angosta de 0.60 m
de ancho y 20 km de longitud hasta La Ensenada, paralelo al de Pampa Blanca.
Este ferrocarril tenía en 1924 un puente sobre el río Tambo en el kilómetro
18.50, cerca de Chucarapi, construido con acero de grandes mallas, sistema
alemán. Los paraderos de este ferrocarril fueron los mismos que los de Pampa
Blanca. El ferrocarril de Chucarapi se prolongaba hasta Cocotea y Punta de
Bombón en donde construyeron puentes móviles. Todavía existen las bases o
machones del puente a Punta de Bombón.
Las locomotoras
de este ferrocarril tenían los nombres La Ensenada fue la más grande, llevaba
carga y pasajeros, las otras locomotoras se denominaron: La Punta, Chucarapi, Cocachacra, Santa Maria, El Canto, Vera Cruz,
Cocotea, 1 y 2 que fueron las más chica. Estas locomotoras eran a vapor y de fabricación
alemana, primero a carbón y luego a petróleo, con excepción de las dos últimas
locomotoras, que eran americanas y a petróleo Diesel.
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